No era un santo pero si un devoto. Por honestidad y integridad, se alejó del poder. Desgraciadamente la enfermedad le mantuvo. El Alzheimer por fortuna le hizo olvidar nuestra ingratitud.
Más grande que el Rey a quien fue fiel, ese hombre ha sabido consolidar una nación herida y desmembrada. Fue el artificiero importante y también el apaga-fuego de un fracaso anunciado. Desde la humildad y la fe nos ha encarrilado en los senderos de la conciliación.
Gracias, Presidente. Gracias, Señor Suárez. Que descanse en paz.
Como siempre, estuve indagando y encontré esos artículos interesantes sobre ese periodo de disturbios llamado la Transición. Me gustaría que hiciese hincapié en el articulo de Libertad Digital . Interesante.
Primero, mira esta entrevista de Adolfo Suárez en YouTube:
Y después podéis leer estos artículos, particularmente el de Libertad Digital:
http://www.elmundo.es/espana/2014/03/23/532c31c222601ded178b4576.html
Siéntese libres de compartirlo pero por favor citarme.